Todavía recuerdo cuando empecé a escribir...
Os tengo que reconocer que llevo toda la vida escribiendo líneas sobre
mis días, mis sentimientos, mis opiniones sobre esta vida y lo que en ella me
pasaba.
Empecé este blog porque necesitaba decir o mejor dicho escribir todo lo que no podía muchas veces expresar en voz alta o gritar al mundo.
Empecé este blog porque necesitaba decir o mejor dicho escribir todo lo que no podía muchas veces expresar en voz alta o gritar al mundo.
Cuando uno nace, posteriormente se cría en función de lo que ve en casa,
en la escuela, con sus amistades, su alrededor, y yo no fui menos y me crie de
la misma manera que todo ser humano se cría influenciado en un 90% por todo eso
dicho anteriormente, lo que te hace ser como persona de una forma u otra.
Me crié y empecé mi vida de una manera agradable, era una niña callada
pero graciosa, dentro de mi timidez tenía un gran desparpajo con mi entorno
cercano, tenía mis 4 abuelos, mi madre y mi padre, era la primera de su
descendencia y una de las primeras niñas de la familia (¿¡Que más podía pedir
en ese entonces!?).
La vida me fue influenciando como os decía antes, fui creciendo con secuelas que para bien o para mal me irían marcando en mi vida, de repente un abuelo se va, de repente la vida es una autentica mierda pasados los años, de repente te ponen aparato, unas gafas... y tu entorno tan magnífico o idílico como creías que sería se vuelve en tu contra. Todas las pesadillas que podía tener se iban cumpliendo para mi desgracia y a mí la vida se me hacia cuesta arriba muchas veces.
Fui una niña que ayudaba a los demás, que quería y quiero la paz en el mundo, que era muy sincera y muy sensible a la vez cuando lo eran conmigo. De repente y creyéndote
buena persona, te encuentras con un grupo de gente que te da la espalda por no se igual que ellas y entonces te haces chiquitita contigo misma y te lo llevas todo a la mochila que está en tu espalda, creerme no es fácil sentirte sola, que te lo hagan saber y que no sepas donde refugiarte cuando entre otras cosas, algo tan simple como que no quieres que llegue la hora del recreo porque sabes que la misma persona que el día anterior te llamo "puta" estaría en el mismo patio que tu riéndose en tu cara de nuevo.
Ahora ha pasado el tiempo y la vida me ha ido dando palos, que aunque a regañadientes los he superado, creo y me considero una campeona la verdad (no por echarme flores de más, pero una tiene que quererse a sí misma), por ir superando etapas de mi vida tanto buenas como malas.
Ahora veo las noticias, veo bulling, veo asesinatos, veo desgracias, y pienso porque cada uno no se preocupa de sí mismo y deja al otro ser humano tranquilo.
Y yo ahora sigo sin entender a todos aquellos que me llamaron puta, cuatro ojos, fea, paella y un sin fin de descalificaciones, a todos los que pasaron por mi vida para hacerme daño en algún momento de esta, lo siento pero ya no os guardo tanto rencor, ser felices si podéis que yo si lo hare porque estoy cambiando mi vida y ya no os tengo en cuenta.
Superada esa parte de mi vida y todas las demás y posteriores que hubo, claro que me dejaron secuelas. Y os voy a contar un secreto que siempre he creído que todo
lo que hacemos o como lo hacemos pasa por algo, ya sea una secuela del pasado, una sensación, un sentimiento guardado en lo más profundo de nuestro ser,... siempre eso esta ahí
y convive con nosotros aun cuando no nos damos cuenta. Y creerme no se llora porque sí, siempre conectamos en nuestro cerebro con algo que nos hace llorar, o sentirnos mal y ese sentimiento
o sensación se conecta con algo que nos ha sucedido tanto bueno como malo.
Pero no os asustéis cuando lloréis, cuando no os sintáis bien del todo, cuando algo parece que se os va de las manos, o incluso una sensación increíblemente buena, porque todo está conectado y todo en esta vida tiene solución, ya sea contigo misma, con los de tu alrededor o con
un buen especialista que te ayude a ver lo que tu sola no puedes ver.
Y aquí quería que llegará mi reflexión.
¿Cuántos de vosotros ha ido a un especialista a pedir ayuda? Seguro que más de uno piensa a mí nunca me ha hecho falta, pero creerme que a todos en algún momento de nuestra vida nos hace falta esa ayuda de alguien que nos haga y nos enseñe a ver todo lo que no vemos nosotros mismo.
Os voy a hablar de mi experiencia con una de ellos, con un psicólogo. No, no estoy loca, al psicólogo no se va porque uno tenga un problema mental (que se que muchos de los que leéis esto lo podréis estar pensando), voy porque en un momento de mi vida, debido a muchas de mis secuelas, las cosas se me iban de las manos, la ansiedad me invadía, no sabía afrontar determinados problemas, no sabía gestionar mi dolor, mi llanto, mi vida, no, no la sabia gestionar. Cuando realmente me asuste acudí a uno de estos especialistas, le conté mi vida, le dije sin darme cuenta cosas que me afectaban que en un primer momento no daba tanta importancia y ahí estaban esas cosas en mi interior, y ¿sabéis una cosa?
He conseguido reconducir mi vida gracias a mi misma, tengo claro que su ayuda ha sido fundamental porque me hace ver las cosas de una forma más sana para mi salud, pero el cambio lo tienes que tener tu mismo contigo mismo y querer evolucionar para ser mejor versión de ti por ti mismo.
Gracias a esa ayuda, estoy aprendiendo a perdonarme, a no culparme, a que no tenemos que valorar las cosas que no sabemos, a que no hay que juzgar al otro sin saber su vida, sin haberse puesto en sus zapatos, a no atacar a los demás sin más solo por hacer daño o quedar por encima, a preocuparnos mucho por nosotros mismos y nuestro interior (que nos acompaña toda la vida), a que la vida tenemos que vivirla sin más, a que el tiempo es oro y a que el positivismo tiene que estar por encima de la negatividad.
Y gracias a ti, porque me ayudas con las herramientas que yo misma tengo en mi vida para ser más feliz, unas herramientas que no sabía ni que existían y que gracias a ti existen, y que así es más fácil llevar todo e ir sacando piedras de la mochila para poder andar más segura y feliz con la vida de una misma.
La vida me fue influenciando como os decía antes, fui creciendo con secuelas que para bien o para mal me irían marcando en mi vida, de repente un abuelo se va, de repente la vida es una autentica mierda pasados los años, de repente te ponen aparato, unas gafas... y tu entorno tan magnífico o idílico como creías que sería se vuelve en tu contra. Todas las pesadillas que podía tener se iban cumpliendo para mi desgracia y a mí la vida se me hacia cuesta arriba muchas veces.
Fui una niña que ayudaba a los demás, que quería y quiero la paz en el mundo, que era muy sincera y muy sensible a la vez cuando lo eran conmigo. De repente y creyéndote
buena persona, te encuentras con un grupo de gente que te da la espalda por no se igual que ellas y entonces te haces chiquitita contigo misma y te lo llevas todo a la mochila que está en tu espalda, creerme no es fácil sentirte sola, que te lo hagan saber y que no sepas donde refugiarte cuando entre otras cosas, algo tan simple como que no quieres que llegue la hora del recreo porque sabes que la misma persona que el día anterior te llamo "puta" estaría en el mismo patio que tu riéndose en tu cara de nuevo.
Ahora ha pasado el tiempo y la vida me ha ido dando palos, que aunque a regañadientes los he superado, creo y me considero una campeona la verdad (no por echarme flores de más, pero una tiene que quererse a sí misma), por ir superando etapas de mi vida tanto buenas como malas.
Ahora veo las noticias, veo bulling, veo asesinatos, veo desgracias, y pienso porque cada uno no se preocupa de sí mismo y deja al otro ser humano tranquilo.
Y yo ahora sigo sin entender a todos aquellos que me llamaron puta, cuatro ojos, fea, paella y un sin fin de descalificaciones, a todos los que pasaron por mi vida para hacerme daño en algún momento de esta, lo siento pero ya no os guardo tanto rencor, ser felices si podéis que yo si lo hare porque estoy cambiando mi vida y ya no os tengo en cuenta.
Superada esa parte de mi vida y todas las demás y posteriores que hubo, claro que me dejaron secuelas. Y os voy a contar un secreto que siempre he creído que todo
lo que hacemos o como lo hacemos pasa por algo, ya sea una secuela del pasado, una sensación, un sentimiento guardado en lo más profundo de nuestro ser,... siempre eso esta ahí
y convive con nosotros aun cuando no nos damos cuenta. Y creerme no se llora porque sí, siempre conectamos en nuestro cerebro con algo que nos hace llorar, o sentirnos mal y ese sentimiento
o sensación se conecta con algo que nos ha sucedido tanto bueno como malo.
Pero no os asustéis cuando lloréis, cuando no os sintáis bien del todo, cuando algo parece que se os va de las manos, o incluso una sensación increíblemente buena, porque todo está conectado y todo en esta vida tiene solución, ya sea contigo misma, con los de tu alrededor o con
un buen especialista que te ayude a ver lo que tu sola no puedes ver.
Y aquí quería que llegará mi reflexión.
¿Cuántos de vosotros ha ido a un especialista a pedir ayuda? Seguro que más de uno piensa a mí nunca me ha hecho falta, pero creerme que a todos en algún momento de nuestra vida nos hace falta esa ayuda de alguien que nos haga y nos enseñe a ver todo lo que no vemos nosotros mismo.
Os voy a hablar de mi experiencia con una de ellos, con un psicólogo. No, no estoy loca, al psicólogo no se va porque uno tenga un problema mental (que se que muchos de los que leéis esto lo podréis estar pensando), voy porque en un momento de mi vida, debido a muchas de mis secuelas, las cosas se me iban de las manos, la ansiedad me invadía, no sabía afrontar determinados problemas, no sabía gestionar mi dolor, mi llanto, mi vida, no, no la sabia gestionar. Cuando realmente me asuste acudí a uno de estos especialistas, le conté mi vida, le dije sin darme cuenta cosas que me afectaban que en un primer momento no daba tanta importancia y ahí estaban esas cosas en mi interior, y ¿sabéis una cosa?
He conseguido reconducir mi vida gracias a mi misma, tengo claro que su ayuda ha sido fundamental porque me hace ver las cosas de una forma más sana para mi salud, pero el cambio lo tienes que tener tu mismo contigo mismo y querer evolucionar para ser mejor versión de ti por ti mismo.
Gracias a esa ayuda, estoy aprendiendo a perdonarme, a no culparme, a que no tenemos que valorar las cosas que no sabemos, a que no hay que juzgar al otro sin saber su vida, sin haberse puesto en sus zapatos, a no atacar a los demás sin más solo por hacer daño o quedar por encima, a preocuparnos mucho por nosotros mismos y nuestro interior (que nos acompaña toda la vida), a que la vida tenemos que vivirla sin más, a que el tiempo es oro y a que el positivismo tiene que estar por encima de la negatividad.
Y gracias a ti, porque me ayudas con las herramientas que yo misma tengo en mi vida para ser más feliz, unas herramientas que no sabía ni que existían y que gracias a ti existen, y que así es más fácil llevar todo e ir sacando piedras de la mochila para poder andar más segura y feliz con la vida de una misma.
GRACIAS